domingo, 20 de febrero de 2011

egoista el que estaciona

Tarde de verano fresco. El sol ya escondido y un vientito que me iba secando del ride que pensaba terminar en Once.

Mi bici reborn in garage deslizaban como cuchillo caliente sobre manteca y las curvas rapiditas estaban totalmente disfrutables luego del super lavado que el aslfalto habia recibido la noche anterior con la lluvia torrencial.

Decido tomar Gorriti, que es la que me acercaba más a Once desde Colegiales. Y siempre me pasa algo extraño cuando hago esto. Una sensación de incomodidad cuando paso Caning y la ciclovia comienza. Me siento extraño entrando en el "cajoncito" de bicis.

¿Por qué?

La ciclovia de Gorriti esta especialmente deteriorada: pozos, "parches" y cunetas demasiado profundas en los cruces. Comos si fuera poco, siguen habiendo autos mal estacionados.

Y eso fue lo que me paso.

Una combi estaba detenida ocupando toda la ciclovia. Decido pasarla por el lado de la calle y mientras pasaba buscaba al dueño de la combi; mientras empiezo a llamarle la atención por estar mal estacionado, me acerco sin notarlo al cordon filoso del lado externo de la ciclovia.

Crash!

Apenas me caí pensé en los autos que venian detrás mio. Me levante al toque aun sin tomar conciencia del dolor. Por suerte no habia ninguno pegado a mi. Me levanto y ademas de sentir los golpes en mi, observo que la palanca de freno nuevecita, recibio casi todo el peso de la caída y la palanca y pedal derecho, lo mismo. Ambos se doblaron para adentro.

Lo próximo que hice fue darme vuelta y putear y reputear al idiota que habia que habia dejado la combi allí. El tipo estaba tocando el timbre de la casa, y pensaba que era legítimo estacionar allí mientras le habrian el porton de lugar para estacionala.

Le grite que corra la combi; que no podia estacionar allí. Y que en todo caso, espero del otro lado hasta que le abran. Mientras tanto otro tipo en otra combi se detuvo para decirle al tipo algo parecido.

Seguí uno metros más hasta la otra cuadra y pare a enderzar el freno y el manubrio.

Me sentí mal y enojado conmigo por todo. Primero: por distraerme del camino para llamarle la antención al retardado. Segundo: putearlo al chabon en presencia de su hijo de dos años que esperaba en la combi. Tercero: que no solo mi cuerpo, si no tambien mi bici se averio.

Creo que la ciclovía esta buena para ir contramano del auto. Creo que es buena para la persona que aún tiene miedo. Y que es un espacio que está dedicado y reservado especialmente para la bici.

Pero en estas condiciones yo no la quiero.

Basta de ciclovias. Quiero autovias.

1 comentario: